miércoles, 6 de julio de 2011

Remontaremos la cuesta y ganaremos la batalla




Prensa Presidencial.- “Aquí estamos juntos iniciando el retorno, hemos comenzado a remontar la cuesta, hemos comenzado a vencer el mal que se incubó en mi cuerpo, y esta nueva batalla también la ganaremos y la ganaremos juntos por la vida, por la Patria y por la Revolución”.

Con estas palabras se dirigió el presidente Hugo Chávez al país en cadena nacional de radio y televisión a las 5:37 de la tarde de este lunes, desde el Balcón del Pueblo del Palacio de Miraflores, acompañado por sus hijas Rosa Virginia y María Gabriela.

Luego de retornar de La Habana, Cuba, la madrugada de este lunes, el mandatario nacional en evidente mejoría, le dijo a la nación: “Lo hemos logrado en una primera etapa, ahora vendrá una segunda etapa, y una tercera de tratamiento complementario que ya ha comenzado, pero aquí estoy, aquí estamos listos”.

El Presidente explicó que debe seguir un estricto control médico para su plena recuperación. “Así como superamos la primera etapa igual lo haremos con la segunda, la tercera, la cuarta y las que vengan, las venceremos, las superaremos”.

Agregó que “estoy sometido y debo estar sometido durante un tiempo a un estricto control médico científico. Ustedes saben las razones. Esta nueva batalla también la ganaremos y la ganaremos juntos. Por la vida, por la Patria, por la Revolución”.

“Yo sé que ustedes lo comprenden porque son los primeros en acompañarme para la victoria definitiva. Viviremos y venceremos todas estas dificultades”, aseguró.

Mostrando el Cristo que mostró el 14 de abril de 2002, cuando regresó al Palacio de Miraflores después de un intento de golpe de Estado, Chávez enfatizó: “Este Cristo es el mismo que mostré el 14 de abril, de aquel retorno. Lo levanto de nuevo, ¡Cristo con nosotros! ¿Quién contra nosotros? ¡El pueblo con nosotros! ¿Quién contra nosotros?”.

Recuento médico

El jefe Estado narró que después de la primera intervención quirúrgica, que no se pensaba que tuviese consecuencias graves, “el mismo Fidel Castro fue a visitarme y a darme la noticia del tumor maligno. Desde allí comenzaron unas horas muy difíciles”.

La segunda intervención, que fue el 20 de junio, fue profunda y de más de seis horas. “Yo me entregué a Dios, me entregué a la ciencia y a esta voluntad, a este gran amor y pasión que llevo en mi pecho y en mi corazón”.

“El 24 de junio, día de Carabobo, día de nuestro ejército, yo estaba todavía en terapia intensiva, en una lenta pero franca recuperación. Ese día estuve viendo la televisión, me paré y salí de la terapia, ese día comenzó el retorno, fue el día de Carabobo”.

“Cuando sentí que mi cuerpo empezaba a reaccionar en positivo, comenzamos a pensar y a hacer un gran esfuerzo, cuidando el más mínimo detalle, para recuperar las fuerzas mínimas necesarias para poder viajar en avión las tres horas de Cuba a Venezuela, sin ningún tipo de riesgo y luego para acompañarlos con esta pasión patria en la fiesta de la independencia. Apenas han pasado 10 días, es increíble para como yo estaba, es como un milagro, pero hay que cuidar al extremo este proceso de recuperación”.

Viva la República de Bolívar

El presidente Chávez invitó al país a festejar los 200 años de la independencia de Venezuela, que se conmemoran este martes 5 de julio. “Mañana es 5 de julio: ¡viva la República Bolivariana, la hija de Bolívar! Mañana es día de júbilo, desde ya está encendida la pasión patria, todo el fuego sagrado de esta Caracas y de esta Venezuela heroica”

“Esta es la hora de la vida y de la independencia definitiva de la Patria venezolana, es la hora del pueblo venezolano, y yo, hijo de este pueblo, no podía faltar a la fiesta bicentenaria de la vida de la patria en cuerpo, alma y espíritu”.

Agradeció las manifestaciones de amor

El Presidente expresó: “Aquí estoy en el epicentro de mi amor más grande. Amor con amor se paga”.

“Un saludo y mi agradecimiento personal —señaló— por tanto apoyo y manifestaciones de amor, no sólo desde Venezuela, sino desde muchos otros lugares del mundo”.

“Doy gracias a José Gregorio Hernández, a la magia del pueblo, a las oraciones del pueblo, a los médicos, a la ciencia médica, a la vida, a Fidel Castro, que ha sido prácticamente el jefe médico, de la legión de médicos venezolanos y cubanos que desde el primer día se dedicaron con esmero a esta batalla”.